Todos hemos oído hablar alguna vez de la tradicional regata que enfrenta cada año las universidades de Oxford y Cambridge. Bien. Pues resulta que en la granja de Spitafields (que sí, que Londres tiene no una si no varias granjas en pleno centro de la ciudad) organizan cada año otra carrera-burla con el mismo nombre, aunque con diferentes atletas.
Los que corrían en esta ocasión no eran estudiantes con altos coeficientes intelectuales sino dos cabras: Bentley (la de Oxford) y Rumble (la de Cambridge). Aunque en estas imágenes va segunda, finalmente Rumble (la del muñeco colgando) ganó la carrera, que duró menos de un minuto.
La entrada al evento valía tres libras. Y estaba a rebosar. Una amiga australiana se rió de mí cuando le expliqué que había ido. "La gente de ciudad paga por ver cosas que los de pueblo ven de gratis cada día". Pues no, señorita, la gente de pueblo nunca organizaría una carrera de cabras. La gente de pueblo a las cabras las ordeña o se las come.
