Este domingo subí a Can Masdeu, una masia okupada hará unos 9 años en el Parque Natural de Collserola (Barcelona).
Los domingos a las 12h hacen visitas guiadas por sus instalaciones que, además de la casa en sí, donde ahora viven unas 20 personas, tienen huertos (que trabajan junto a los vecinos del barrio), una increíble casita de paja y barro con una cama colgante, una tienda gratis, un banco de semillas, una biblioteca con recursos como listados de pueblos abandonados y pueblos okupados en Espanya (y un tablón de anuncios bastante activo); y un centro social, donde organizan talleres varios y los domingos, después de las visitas, comida popular por unos 3,5€.
Es interesante ver cómo "sobreviven" esta gente en lo que parece ser el campo, aunque en realidad estén a un agradable paseo de 5min. del metro de Canyelles. Es curioso saber cómo se organizan, en qué consiste su día a día (cómo lavan la ropa, de dónde sacan el agua caliente, cómo cocinan, cómo se ponen de acuerdo) y darse cuenta de la buena relación con los vecinos de Nou Barris, niños y mayores, catalanes, extranjeros y mucho inmigrante del sur de España encantado de tener un espacio así cerca de su "piso-patera" (exagerando un poco, según dice Joan en los comentarios).
En general, parece que no se lo han montado nada mal. Más que una casa okupa, a día de hoy Can Masdeu es un centro neurálgico de vida social y cultural para el barrio y más allá. Un espacio dónde se come bien y barato, se vive en contacto con la naturaleza, se convive con gente dispar pero tolerante, y se aprende cada día una cosa nueva. ¿Un ejemplo a seguir? Yo no diría tanto (cada uno que haga lo que quiera). Pero sí un ejemplo a conocer.
Por la tarde me quedé en el taller de "recursos para gente que quiere ir a vivir al campo" y allí nos presentaron a la gente de Repoblem, La Finestra al Camp, y el proyecto de Lakabe, pueblo okupado cerca de Pamplona desde hace unos 30 años. 30 años que no es poco. 30 años sin declarar a Hacienda. 30 años sin pisar un Eroski. 30 años sin hacer una firma para la tarjeta de crédito. Los niños que nacieron en Lakabe tienen ahora veintipico años. Mabel, miembro de la ecoaldea desde sus inicios, nos explicó cómo es la vida en comunidad. Lo bueno y lo malo. La importancia de los tiempos, de compartir la esfera emocional de cada acto. La complejidad de un sistema de organización sin jerarquías. Lo esencial que es dejar que la gente asimile ideas individuales que una vez lanzadas al grupo pertenecen a todos.
Nadie dijo que vivir en comunidad fuera fácil. Pero todos afirmaron que lo que se aprende en un sitio así no lo pagan todas las comodidades del mundo. Entras siendo tú y sales siendo tú pero mejor persona, un ente más rico, menos apegado a necesidades innecesarias y relativamente más autosuficiente. Con eso es con lo que te quedas. Con eso y con la gente que conoces por el camino, la gente y las conversaciones, el saber que has vivido cada día como si mañana se terminara el mundo. Porque a mí me queda a veces esa sensación de que estoy perdiendo el tiempo, preocupándome por tonterías que alguien nos hace creer que son importantes.
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